martes, 24 de junio de 2014

Asia y el Lejano Oriente, Gran Continente!

La semana pasada de lunes a sábado (con un pequeño descanso el viernes) se estuvo presentando, en la sala de Teatro UCAB, la pieza "Asia y el Lejano Oriente" de Isaac Chocrón, dramaturgo venezolano de larga trayectoria, autor de la reconocida pieza "Tric-trac". La pieza relata la anécdota de un pueblo que decide vender su país con el fin de solucionar sus problemas económicos y sociales.

Pero esta entrada no está dedicada al estudio del contenido del guión, sino a su análisis en cuanto a los códigos estéticos. 

Tanto en la utilería de la pieza como en su escenografía se hizo uso de distinta chatarras: pieza de otros objetos y objetos de metal oxidado para representar los más diversos objetos, de fuentes a megáfonos, de cheques a pinturas de labios, de armas a mesas, "de este a oeste". Al ver la pieza y relacionar como estos elementos simbolizan también lo que la dirección quiso decir siento que era una forma de demostrar lo "oxidado" de "Asia y el Lejano Oriente" en cuestión, su pobreza económica y moral, la falta de esfuerzo y preocupación, que a su vez vienen a ser reflejos de lo mismo que nos ocurre aquí en Venezuela.

El maquillaje era sencillo en cuanto a colores aunque se resaltaba fuertemente el maquillaje en los ojos, quizá buscando asimilar rasgos asiáticos en concordancia con el titulo de la pieza.

El vestuario constó de una base de ropas normales pintadas de color plateado metálico (aunque en su mayoría las telas se veían meramente grises) con elementos coloridos y variados que permitían al público entender la separación de los personajes dado que los actores en su mayoría tenían múltiples personajes que debían interpretar a lo largo de la pieza, pero eso también representa un mensaje: a pesar del cambio en la apariencias, en el fondo esta gente es toda igual, todos tienen los mismos problemas, las mismas decadencias, los mismos valores (deformados o no) y la misma nacionalidad, una nacionalidad ligada a un país "oxidado" como bien dijimos antes, no se trata meramente de una forma, por el contrario existe un fondo incluso en el esquema estético.

Por último pudimos constatar el cambio de la iluminación en una gran cantidad de momentos, especialmente en lo respectivo a los colores con los cuales se enmarcaban las escenas, sin embargo al haber asistido únicamente a una de las funciones fue difícil discernir el código presente en la iluminación el cual pareciera estar más ligado al "ambiente" dentro de la escena que a un significado mucho más profundo: el azul en escenas de incertidumbre o tristeza, el rojo para escenas de violencia y así.

Sin duda el montaje de "Asia y el Lejano Oriente" de Teatro UCAB contó con un gran trabajo de dirección al poder idear una combinación tan clara de elementos que enviaran un mensaje tan contundente como el mismo guión escrito.

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